Aunque desconfiemos de ella, hace tiempo que forma parte de nuestras vidas. Facebook, Gmail o Youtube son servicios en la nube, es decir, herramientas alojadas en internet y accesibles desde cualquier dispositivo y lugar. Sus numerosas ventajas las hacen muy interesantes tanto para uso personal como profesional o empresarial, pero también tienen inconvenientes que hay que conocer.
Los servicios en la nube o cloud computing están en pleno desarrollo y comienzan a extenderse entre Usuarios domésticos, profesionales y empresas. La nube pone a nuestra disposición interesantes herramientas alojadas en internet, a las que se puede acceder desde cualquier lugar y con cualquier dispositivo siempre y cuando contemos con conexión (he ahí el primer inconveniente: si no hay internet no hay servicio).
Gmail, Gtalk, Drive, Calendar... Google ofrece una gran variedad de aplicaciones en la nube.
Microsoft también ofrece soluciones en la nube a través de su plataforma Office 365.
Estas aplicaciones (Facebook, Gmail, Dropbox, Youtube, Evernote…) guardan nuestros datos en múltiples servidores, lo que garantiza una mayor seguridad y rapidez de uso. Hay herramientas en la nube gratuitas y otras de pago; en muchas ocasiones tienen una versión gratis con un tope de almacenamiento y otra premium con mayor capacidad.
Todas las redes sociales son servicios en la nube.
A través de la nube podemos acceder a una variedad cada vez mayor de servicios: servidores, hospedaje web y de blogs, herramientas de comercio electrónico, creación de sitios web y certificados de seguridad, aplicaciones de oficina, redes sociales, correo electrónico, intercambio de datos y voz…
Las ventajas de los servicios en la nube son muchas:
-Facilidad, simplicidad y rapidez: no es necesario instalar programas en nuestro equipo. Basta con acceder a la web en cuestión para empezar a funcionar. Los servicios más conocidos y reputados son extremadamente fáciles de usar.
-Ahorro: no necesitamos ni equipo ni software, todo corre a cuenta del proveedor. En el caso de las empresas, también se produce un ahorro considerable de energía e incluso de personal (el encargado de mantenimiento de los equipos que ya no necesitamos).
-Seguridad: los proveedores utilizan infraestructuras con gran capacidad de adaptación y recuperación completa de datos perdidos. La información se aloja en varios servidores, lo que multiplica las copias de seguridad.
-Actualización inteligente: las aplicaciones se actualizan respetando la personalización previa del Usuario. Podemos olvidarnos de ello.
-Ubicuidad y multidispositivo: podemos acceder a la aplicación y nuestros datos desde cualquier punto del planeta y con cualquier dispositivo (ordenador, smartphone, tablet…)
-Aliados frente a imprevistos: los servicios en la nube pueden sacar de un apuro a empresas que necesiten un refuerzo ante un encargo imprevisto o en momentos de picos altos de trabajo (se pagan por consumo realizado).
Pero también tiene inconvenientes:
-Necesidad de conexión: sin internet no puedes acceder a las aplicaciones ni a tus datos. En el caso de profesionales y empresas, en momentos puntuales puede ser un gravísimo problema.
-Dependencia: te ‘encadenas’ a tu proveedor, y es muy complicado migrar tus datos de uno a otro.
-Falta de control: el Usuario se expone a la incertidumbre. Si hay un problema (por ejemplo, la reciente pérdida de correos de Google), no tenemos control sobre nuestros datos.
-Inseguridad: si bien es cierto que los servicios en la nube cuentan con seguridad de alto nivel, nada es 100% fiable con internet por medio (tampoco la información alojada en tus equipos locales). La nube aún tiene un gran desarrollo por delante, así que es conveniente evitar ‘subir’ información sensible para el Usuario.
-Diversidad legislativa: la información alojada en la nube se rige bajo la legislación del país (o países) en el que se encuentra el servidor (o servidores), algo que no controlamos en absoluto y que puede acarrearnos problemas.
-Tecnología inmadura: como decíamos antes, la nube aún tiene mucho que mejorar. Tendremos que esperar para poder disfrutar de servicios altamente especializados. Por lo mismo, son habituales los cambios en las aplicaciones, lo que obliga a una continua adaptación por parte del Usuario.
-¿Overbooking? Con la popularización de estos servicios, la nube tendrá que ser capaz de atender a un número cada vez mayor de Usuarios. ¿Generará problemas este aumento de tráfico?
Adobe ha anunciado esta semana que, a partir de ahora, sus aplicaciones se actualizarán en la nube.
La nube iguala a grandes y pequeños
A pesar de estos inconvenientes y según un reciente estudio de Microsoft, cada vez son más las pymes que contratan servicios en la nube. El ahorro en costes de esta opción iguala a pequeñas y grandes empresas: da a las primeras la posibilidad de utilizar herramientas tecnológicas de primer nivel y aumentar así su competitividad.
No obstante, los pequeños desconfían aún de estos servicios, como demuestra una encuesta realizada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Sólo una quinta parte de las empresas estaba plenamente satisfecha con su uso, aunque dos de cada tres recomiendan estos servicios sin ninguna duda. Según el estudio, abunda la preocupación por la seguridad y la confidencialidad de los datos, y la pérdida de control de los procesos.
En definitiva, las pymes están teniendo una actitud de lo más inteligente: se van animando a probar los servicios en la nube pero se muestran muy prudentes porque son conscientes de sus limitaciones.