Internet ya forma parte de nuestras vidas, aunque quedan muchos rezagados que rechazan, por ejemplo, comprar online porque “no es seguro” o que consideran las redes sociales “algo muy peligroso”. No hay que tener miedo a internet, siempre y cuando tomemos unas mínimas precauciones.
Últimamente proliferan las campañas de ayuntamientos, gobiernos… alertando a los padres sobre los peligros a los que se enfrentan sus hijos adolescentes en internet, o aconsejando directamente a los chavales. Sin embargo, es evidente que un amplio porcentaje de población adulta aún desconoce las precauciones mínimas que hay que tomar cuando se navega por internet.
El uso de las redes sociales es una buena muestra de ello. Perfiles de adultos con nombre, apellidos, lugar de residencia, foto, amigos con sus nombres y apellidos, ¡imágenes de menores!, intercambio de teléfonos y otros datos sensibles… Y muchas de estas personas no compran por internet porque “no es seguro”.
En internet, como en la vida real, hay que ser prudentes. Nadie pasea por un barrio peligroso con el bolso lleno de dinero o cargado de joyas. Y somos muy reacios a dar información sobre nosotros mismos a personas que no conocemos (por ejemplo, comerciales que llaman a la puerta de casa). Esa misma actitud hemos de tenerla frente a la pantalla: información sobre mí y los míos (o mi empresa), la justa, y si tengo que darla (porque quiero comprar algo o para hacer alguna gestión online), me aseguro antes de que el sitio web sea escrupulosamente seguro.
Los básicos para navegar con seguridad por internet
El equipo, siempre a punto
Hay que tener actualizado tanto el sistema operativo como el navegador. El equipo te irá avisando para que descargues e instales las sucesivas actualizaciones. En el caso del navegador, descarga nuevas versiones a medida que estén disponibles.
Firewall o cortafuegos
Es una primera protección mínima ante Archivos maliciosos. Windows tiene uno por defecto, asegúrate de que está activado.
Para comprobar si está activado, accede al Panel de Control y pincha Firewall de Windows.
Pincha en el apartado Activar o desactivar Firewall de Windows.
No es recomendable desactivar el Firewall de Windows.
Antivirus
Obligatorio. Pide consejo a un experto sobre cuál te conviene más y vigila sus plazos.
Facilitar información
Como norma general, hay que dar la información mínima necesaria. Desconfía de quien te pida números de teléfono o, por supuesto, cuentas bancarias. Y si se trata de un uso lúdico de la red (redes sociales…), puedes controlar quién accede a tu información usando un seudónimo que sólo conozcan tus familiares y amigos.
Identidad y terceros
Suplantar la identidad de otra persona en internet es delito. Compartir información, fotos u otro tipo de Archivos que afecten a terceros no lo es, pero es de muy mal gusto hacerlo sin permiso de las personas implicadas. El famoso ‘etiquetar foto’ de Facebook trae muchos quebraderos de cabeza. Usa estas funcionalidades sólo cuando estés seguro/a de que a las personas implicadas no les molesta.
Contraseña
Mezcla letras, número, caracteres… Que tenga un mínimo de seis caracteres. Por supuesto, no la apuntes en el ordenador; memorízala o recurre al papel de toda la vida. Es conveniente cambiarla de vez en cuando.
Cuidado con los ficheros con extensión ‘.exe’
Los Archivos con esta extensión son ejecutables. Es decir, pueden ser un virus. Ábrelos sólo cuando estés seguro/a de su fiabilidad.
Mucha precaución con estos ficheros: son aplicaciones instalables en nuestro ordenador.
Borrar las cookies y el historial de navegación
Las cookies son pequeños trozos de información que las webs que visitas envían a tu navegador, lo que hace más ágiles las siguientes visitas. Son un elemento muy importante porque hacen internet más rápido y eficaz, pero suponen una vulneración de nuestra privacidad. Con el tiempo, vamos almacenando cookies e historial de navegación. Ambas cosas se pueden borrar cuando queramos en el apartado Opciones de internet del navegador. Así empezamos de cero, internet no sabe nada de nosotros.
En el apartado Borrar datos de navegación podemos eliminar el historial y las cookies.
Wifis abiertos
Con el auge de los dispositivos móviles, todos buscamos conexiones wifi por todas partes y nos encanta encontrar una de uso abierto. Estas conexiones pueden ser muy peligrosas: no hace falta ser un genio de la informática para acceder a tu dispositivo y, por tanto, a todos tus datos. Conéctate sólo a wifis de confianza y cuando accedas a una conexión ajena en un lugar público, selecciona la opción Red pública en el apartado de gestión de redes del Panel de Control. Esta configuración dota a tu equipo de mayor protección frente a posibles vulneraciones de seguridad.
La opción Red pública dota a tu equipo de protección extra.
Tu webcam te puede estar grabando
Hay virus que conectan la webcam de tu portátil y te graban sin que te enteres de nada. Ten siempre tu antivirus activado y, por si acaso, tapa la cámara de tu equipo si no vas a usarla.
Bancos y compras por internet
Las webs de las entidades bancarias son muy seguras; otra cosa es que un tercero se haga pasar por la página web de tu caja de ahorros. NUNCA accedas a la web de tu banco pinchando un enlace (por ejemplo, en un correo electrónico). Los bancos tienen prohibido enviar a sus clientes correos electrónicos con enlaces a sus webs. Escribe directamente la dirección en la ventana del navegador. Por supuesto, tampoco facilites nunca a nadie información bancaria a través de internet.
En las webs más fiables, la dirección de enlace no comienza por http:// sino por https://. La ‘s’ significa ‘secure’ e identifica aquellos sitios webs protegidos por un protocolo de seguridad, en los que la información viaja cifrada. Además, las webs de entidades bancarias suelen tener certificado de seguridad, cuyo símbolo es un candado cerrado. Si ves estos signos, puedes operar tranquilo/a.
Respecto a las compras por internet, lo más recomendable es dedicar una cuenta bancaria con poco saldo a estas operaciones y vigilar los movimientos cuando compremos algo o demos nuestro número de tarjeta en internet. Por supuesto, hay que facilitar esta información sólo en webs de probada fiabilidad y nunca a través de las redes sociales o el correo electrónico.
Distinguir la publicidad
Es una de las mayores lacras de internet. La publicidad, sin control alguno, es cada vez más invasiva y menos respetuosa con nuestros derechos. Hay que aprender a distinguirla, porque pinchando en los anuncios accedemos sin querer a páginas o Contenidos que pueden no ser seguros, sin mencionar la incomodidad que suponen estas prácticas que rozan la ilegalidad.
La publicidad en internet se distingue fácilmente por su estética diferente a la de la web en la que nos encontramos, aunque muchas veces se ‘camuflan’ en el Contenido de la web y nos confunden. Si pinchas publicidad sin querer, cierra las ventanas que se abran y no descargues nada de dichas páginas.
La publicidad se distingue fácilmente en la mayoría de las webs, aunque en algunas se camufla para atraer clicks y puede llevar a páginas no seguras.
Cerrar sesión siempre
Siempre hay que cerrar la sesión de uso de un programa (gestores de correo electrónico, redes sociales…), sobre todo si utilizamos un equipo que usan otras personas. Si no lo hacemos, el siguiente Usuario se encontrará nuestras cuentas abiertas de par en par.
En este ejemplo de Facebook hay una opción de No cerrar sesión, que NO hay que pulsar si estamos en equipos compartidos. Cuando acabemos, hay que salir de la aplicación, arriba a la derecha de la página.
Navegar por internet no tiene que darnos disgustos si cumplimos estas mínimas medidas de seguridad. No hay que preocuparse si nuestro ordenador se ve infectado por algún virus, es un problema que tiene solución. Y sobre todo hay que ser cuidadoso en las redes sociales: lo que hacemos en internet queda ahí para siempre y tiene mucha más repercusión que en la ‘vida real’.